En el marco del Sínodo de la Iglesia Evangélica del Río de la Plata (IERP), que se celebra el 12 de octubre en la ciudad de Esperanza, Santa Fe, Argentina, la Obispa de la Iglesia Evangélica Luterana en Chile (IELCH) envió un emotivo saludo en representación de su comunidad.
La Obispa comenzó su mensaje destacando la profunda relación fraterna entre ambas iglesias y trayendo los saludos desde «el otro lado de la cordillera». En su mensaje, subrayó el contexto desafiante en el que se celebra este sínodo, marcado por una creciente polarización y desesperanza en la región. No obstante, afirmó que las comunidades de la IERP, aunque pequeñas en número, son espacios vitales para la construcción de la esperanza en Argentina, Uruguay y Paraguay. Estas comunidades son testigos del Evangelio a través de la fe, el compromiso social y la promoción de la dignidad humana.
«El testimonio de la IERP a lo largo de los años ha demostrado una y otra vez su fidelidad al Evangelio liberador, que se refleja en su servicio y su voz profética», expresó la Obispa, agradeciendo a la IERP por su perseverancia en tiempos tan complejos como los actuales. Asimismo, animó a que continúen con su tarea de anunciar el Evangelio, con la fuerza y el coraje otorgados por el Espíritu Santo.
Citando el mandato de Jesús en Mateo 28:19, la Obispa recordó el llamado a hacer discípulos en todas las naciones y enfatizó que ser anunciadores de las buenas nuevas es el corazón de la fe cristiana y de la vocación bautismal. «La espiritualidad misionera no es solo una tarea, sino una forma de vida», afirmó, destacando la importancia de vivir con pasión y compromiso por el Evangelio.
Finalmente, la Obispa concluyó su saludo orando para que el Espíritu Santo guíe las deliberaciones y decisiones del sínodo, deseando que este sea un tiempo de renovación espiritual y crecimiento en la unidad y el amor de Dios. «Que el Dios de la vida esté con ustedes en cada paso del camino», expresó, llevando su mensaje de esperanza y consuelo a todos aquellos que aún no conocen el amor de Dios revelado en Cristo Jesús.
