CRESPO / Argentina | IERPcomunica – Los jóvenes de la comunidad de Crespo de la Iglesia Evangélica del Río de la Plata (IERP) organizaron una fiesta en la que sirvieron sopa para cerca de seiscientas personas. Para ello contaron con la ayuda de sus padres y de un grupo experimentado de mujeres y hombres de la Iglesia, con quienes llevaron a cabo la «Segunda fiesta del butter klösse», una receta ruso alemana que estaba desapareciendo y está siendo recuperada con la idea de mantener vivas las raíces de la región. Por la tarde, se sirvió la tradicional «torreja de pan» y hubo baile, entre otras actividades. La fiesta se llevó a cabo el domingo 3 de junio con el objetivo de recaudar fondos para el próximo viaje del grupo juvenil, pero además forma parte de una serie de encuentros en que las parejas jóvenes de la comunidad están trabajando y colaboran de diferentes modos, sintiéndose así partícipe de la iglesia, lo que está generando muy buenos resultados para la comunidad local.
El Pastor Darío Dorsch compartió que realizaron un estudio sobre las costumbres ruso alemenas y resultó que una de las comidas que está desapareciendo es el butter klösse: «nos dimos cuenta que muchas señoras grandes lo dejaron de hacer por diferentes motivos, por lo que surgió la idea de hacer la fiesta y hoy ya estamos en la segunda edición, de la que participaron seiscientas personas». Además Dorsch analizó que la costumbre se fue perdiendo, «porque nuestras madres ya no pueden contar con el tiempo que tenían antes las mujeres para cocinar y estas recetas toman mucho trabajo». Esa fue una de las razones que llevó a los jóvenes de la IERP a tomar la decisión, acompañados por sus padres y por la comunidad, y así encarar esta fiesta. La misma rescata las costumbres de los antepasados que vivían en Rusia y comían éste y otros platos, y que ya no son comunes en las mesas actuales. Sin embargo, este tipo de actividades, además está generando mucho movimiento en la iglesia de Crespo, especialmente entre las parejas jóvenes, en muchos casos padres de quienes forman parte del grupo juvenil, lo que les está dando un buen resultado, avivando la comunidad, con mucha gente participando y sintiéndose protagonistas del proceso.
Por otro lado, refiriéndose todavía sobre la importancia de la fiesta, el pastor local Darío Dorsch analizó que «en un contexto, donde los encuentros familiares se perdieron y se dan cada vez menos… hoy por ejemplo no se dan más las visitas, tal como ocurría antes que nuestros padres nos llevaban los domingos o los sábados a visitar familiares, la fiesta que estamos haciendo está consiguiendo reunir desde los abuelos, hasta los nietos, generándose una línea muy interesante y es lo que queremos hacer resaltar». El costo de la entrada incluyó la sopa de butter klösse, chorizo casero, ensalada de papa y de repollo, además del postre budín de pan. Por la tarde se sirvió «kuchenschnide» (torreja de pan) y hubo baile con la orquesta «Maravillas alemanas».
El butter klosse es una albóndiga de manteca que tiene el tamaño aproximado de una pelota de ping pong. Es una comida que viene de los ancestros rusoalemanes y no figura en Alemania del mismo modo. Es un invento que se dio en Rusia y trae a colación las economías de las familias, reflejando así la forma de vivir de una sociedad casi netamente rural. Se elabora con con resto de pan viejo, leche, manteca, huevo y sal. Para la segunda fiesta del butter klösse de Crespo fueron elaboradas más de 5 mil unidades. La cocina fue coordinada por un grupo de damas experimentadas, pero también muchos varones y personas jóvenes ayudaron, siendo una forma de que las parejas jóvenes encuentren su espacio en la iglesia.
Receta del butter Klösse (Porción para 5 personas).
Ingredientes:
4 panes tipo francés de tres o cuatro días.
50 gramos de manteca
2 huevos
1 taza de leche
1/2 kg de pan rallado.
Una pizca de clavo de olor o nuez moscada. A gusto.
¿Cómo hacerlo?
Romper el pan en pequeñas porciones. Poner la leche a entibiar y agregar la manteca, hasta que se disuelva en la leche.
Esa leche tibia con la manteca echarlo sobre el pan picado y trabajarlo hasta convertirlo en una masa líquida. Agregarle los dos huevos con la pisca de clavo de olor o nuez moscada. Una vez mezclado todo ir agregando pan rallado y mezclando hasta que se logré una pasta bastante sólida. No debe pegarse en la mano. Una vez lograda esa pasta comenzar a hacer las bolitas no muy grandes. Con esa cantidad deberían salir 38 a 40 bolitas
Eso se debe continuar dentro de la sopa con fideos. Cuando las bolitas flotan dentro de la sopa ya están listos para servir.