Como he sabido que los judíos han hecho planes para matarlo, ahí te lo envío; y he pedido también a quienes le acusan que expongan ante ti lo que tengan contra él.
Hechos 23,30
En este texto se ve cómo un grupo de judíos habían decidido dar muerte a Pablo ya que consideraban que incumplía con algunas leyes.
Muchas veces somos expertos en juzgar a los demás, saber qué es lo que deben hacer o qué no deben hacer. Así, también nos creemos con potestad para decidir sobre la vida de los demás, entendiendo que somos los verdaderos conocedores y jueces de la verdad.
Lamentablemente, nos cuesta entender que el demonio utiliza a menudo las personas para juzgar aquí en la Tierra conforme a la ley de los hombres, a lo que suponemos que es correcto. Es común ver cómo a través de la violencia, impuesta en todos los ámbitos, se hace “justicia” a diario sin importar las consecuencias de ello.
Sería muy importante poder trabajar cada día en la templanza de nuestro carácter para así tratar de manejar la violencia y los impulsos que nos llevan a querer ejercer justicia por nuestras propias manos.
Ayúdanos, Señor, a trabajar cada día en nuestro carácter, en nuestro vínculo con los demás, en el rechazo a la violencia y en el perdón a nuestros hermanos para que así nuestra conducta sea agradable a tus ojos.
Verónica Schmidt
Hechos 23,12-35