Pues él mandará que sus ángeles te cuiden por dondequiera que vayas.
Salmos 91, 11

La palabra clave y pivote en el Salmo 91 es «refugio», una palabra que tiene un profundo significado e importancia en todo el libro de los Salmos, ya que denota la necesidad de protección y ayuda.
En cierta ocasión, una familia muy comprometida con su fe se preparaba para participar en una jornada de visitas a enfermos en un hospital. Antes de emprender el viaje, oraron para que no tuvieran contratiempos. Sin embargo, durante el trayecto, fueron detenidos por la policía en tres ocasiones. Al principio, se preguntaron por qué, pero al llegar al lugar y compartir su fe, sintieron agradecimiento y bendición de Dios.
En estos tiempos difíciles en los que vivimos, donde todo a nuestro alrededor parece hablar de peligro e inseguridad, donde la incertidumbre y el miedo prevalecen, es más necesario que nunca afianzarnos en Dios. Hoy, urge reafirmar nuestra fe en aquel que ama nuestras vidas y, una vez más, redescubrir que es Él quien nos devuelve la seguridad de nuestro ser..
En muchas ocasiones, caemos en la tentación de pedirle a Dios que cumpla promesas que en realidad no ha hecho. Pensamos que, por el simple hecho de orar o de creer en Él, estamos exentos de enfrentar situaciones difíciles. Por lo tanto, cuando nos encontramos con experiencias desagradables, nos sentimos desilusionados y culpamos a Dios por no cumplir lo que pensamos que nos había prometido.
Sentirnos más cerca de Dios no nos exime de enfrentar problemas y adversidades. Lo fundamental es seguir confiando en Él, creyendo que siempre está a nuestro lado, sin importar las circunstancias.
“Señor, acompaña nuestra vida con tu presencia que trae paz”.

Mario Gonzalez

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