Pero todas las personas seremos transformadas… por medio de nuestro Señor Jesucristo.

1 Corintios 15,50.57

El apóstol Pablo habla de la transformación total del ser humano teniendo en consideración que la vida no dejará de ser, no será destruida. Su afirmación se basa en la acción salvífica de Jesucristo y teniendo en mente el futuro apocalíptico en que esta acción liberadora permitirá la renovación total de todo lo creado.

La experiencia de transformación hoy es como una pequeñísima experiencia de la promesa de vida futura. Y aunque menor que el grano de mostaza, esa transformación es real porque real es la presencia de Jesucristo en medio de toda su creación. De allí que todo cambio que acontece en lo personal se convierte en experiencia colectiva y comunitaria por fuerza del testimonio al que estamos invitadas/os.

La renovación nos abre espacio a la hermosa espiritualidad metamórfica en el hecho de vivirla y practicarla como confesión pública de la fe otorgada por Dios.  Estar renovadas/os significa ser parte de la nube de testigos/as que en nuestro presente sigue arraigada en la tradición cristiana y confiesa a Jesucristo resucitado y, a la vez, vive la expectativa de un cambio total.

Que Dios nos fortalezca a que nuestro día a día sea de testimonio vivo en el que Dios pueda generar nuevas transformaciones.

Patricia Cuyatti.

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