6° Domingo de Pascua, Rogate

Dios (Padre) les mandará el Espíritu de la verdad, para que esté siempre con ustedes.

Juan 14,16

Una persona se siente sola cuando nadie la defiende. Espera, por lo menos, que alguien reaccione positiva o negativamente sobre lo que dijo o hizo. Ese aspecto produce desazón en cada uno de nosotros y rotura en la vida comunitaria. En las sociedades, por lo menos occidentales, se sostiene que cada persona tiene derecho a un defensor y eso lo hace partícipe de la comunidad en general.

El evangelista Juan relata desde el capítulo 13, cómo Jesús anuncia su muerte a los discípulos y a la gente que lo rodea. Esto produce un impacto muy grande en los seguidores del Maestro.  Posiblemente ellos sostenían: él, que nos acompañaba, guiaba, defendía y sanaba, ahora nos deja solos en un mundo hostil y, sobre todo, acusador.  

Los discípulos estaban orgullosos del Maestro porque les había mostrado que en este mundo hostil Dios les extiende la mano y les ayuda como a una persona que no puede salir por sus propios medios de una situación difícil; ya sea en el agua, en la droga, en el alcoholismo.

Jesús les dice que se va. Pero que no los dejará solos. El Espíritu Divino será ahora el defensor que a cada creyente le dará coraje y valor, tal vez como lo sintieron aquellos primeros apóstoles cuando tuvieron que dar testimonio de Cristo.

Sepamos que cada creyente recibe la señal de que Dios lo defiende. Amén.

Espíritu divino, fiel Santificador: Aclare mi camino tu santo resplandor.

Ven, ven a revelarme de Dios la voluntad; Por Cristo ven a darme perdón y santidad.

(Culto Cristiano Nº 90)

David Weiss

Salmo 66,8-20; Hechos17,22-31; 1 Pedro 3,13-22; Juan 14,15-21; Agenda Evangélica: Lucas 11,5–13

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