Cubrió los montes con su sombra, y con sus ramas los árboles más altos.
Salmo 80,10

Todo lo que entregamos en manos de Dios y confiamos en que Él hará lo mejor, llena nuestra vida de esperanza. A través de esta imagen poética que nos presenta el salmo, podemos reafirmar la grandeza del poder de Dios y nuestra confianza en Él como el hacedor de todo lo que parece imposible.

Al mismo tiempo el salmista nos invita a reflexionar y a ser agradecidos con aquello que Dios ha creado con tanto amor, y al mismo tiempo nos lo ha dado para que nuestra vida sea bendecida de esa gracia.

La creación de Dios es perfecta y nos invita a cuidar de ella; no hay nada más valioso que todo lo que Dios nos ha dado. Solo nos pide que cuidemos de todo lo creado, no porque la creación necesite de nosotros, sino porque nosotros necesitamos de ella. De lo que se nos ha dado, debemos sostenerlo con esmero y cuidado para las generaciones futuras.

El salmista nos recuerda que Dios tiene el poder de hacer grandes cosas. Allí donde nosotros vemos muerte, Él crea vida, porque es el Creador y sustenta toda vida. Por eso, ponemos nuestra confianza en Él, haciéndose fundamental en nuestra vida de fe. Confiamos en que Dios nos protegerá y guiará, así como cuida de la creación que Él mismo formó con amor.

Carlos Kozel