Lunes 27 de enero

 

Señor, en ti busco protección; no me defraudes jamás.

 

Salmo 71,1

 

Señor, en ti busco protección, porque eres un Dios que acompaña, que abraza y que se manifiesta en nuestros cuerpos. Dios comunidad, amiga Ruaj consoladora que sana, que cuida, presente en la madre, en el padre, en la tía, en la madrina, en la vecina y en quienes están cerca para ayudar y cuidar. Que tu Espíritu nos ilumine frente a tantas situaciones desesperanzadoras.
Señor, en ti busco protección: mi nieto es adicto a la cocaína, no hay dinero que alcance para poder comprarla cada día. La situación es violenta: nos roba, nos golpea. Saliendo de su niñez, cayó en esa maldita trampa destructiva, sólo piensa en cómo obtener dinero para comprarla. Lo va matando de a poco.
Señor, en ti busco protección. Mi mente es joven pero mi cuerpo es anciano y ya desgastado, no puedo caminar. Mis ingresos son de una jubilación mínima. Estoy sola, sin familia.
Señor, en ti busco protección. Me llaman planeta Tierra. Quienes más me valoran y cuidan me llaman “Madre Tierra”. Estoy agonizando. Un sistema capitalista extractivista sin límites no deja de destruirme.
Dios, Abba y Madre de Jesús, en ti buscamos protección. Pesan mucho la cruz del silenciamiento, la opresión, el abandono y el rechazo. Siempre nos restaura tu amor en la ternura compartida, la espiritualidad relacional y la reciprocidad de los vínculos. Frente a cada ser que sufre, sentimos tu presencia protectora al ponernos en su lugar, al unirnos en su lucha, orando, cantando, compartiendo el pan y las esperanzas. Extendemos nuestras manos, con el otro, aunque parezca que nuestras fuerzas no alcancen. Gracias a la luz de tu divinidad, tu amor nunca nos defraudará. Amén.

 

Norma Guigou

Compartir!

Facebook
Twitter
LinkedIn
WhatsApp
Email
Print