Entonces Jesús le dijo: “Déjala tranquila, que ha guardado esto para el día de mi sepultura”
Juan 12:7 (RVC)

Juan ubica el verso y el texto del relato que lo contiene (Jesús es ungido en Betania) entre dos textos que nos brindan el contexto. El anterior es el complot para matar a Jesús y el posterior para matar a Lázaro.
Y, en ese contexto de complot y muerte, es que aparece este relato en donde María, la hermana de Marta y Lázaro, rompiendo un frasco de alabastro y derramando aproximadamente 375 gramos de perfume de nardo puro sobre los pies de Jesús, los seca con sus cabellos.
No es un dato menor, lo que nos brinda el Evangelio, en cuanto a que el perfume de nardo era de mucho precio, pues se importaba desde la India y para conseguir un litro del mismo hay que prensar cien kilos de la flor. Tal era el precio, que se estima en trescientos denarios (el denario era la paga diaria para un jornalero). Ver Juan 6, en donde con 200 denarios alcanza para dar de comer a 5000 hombres, sin contar mujeres y niños, para dimensionar el gesto de María.
Enseñanzas: una entre tantas, no importa el contexto, nuestra devoción debe estar siempre presente.
Aplicación: cuán “mezquinos” somos, comparándonos con Maria, en cuanto a la devoción y adoración hacia nuestro Señor y Salvador, Jesús.
Que Dios Espíritu Santo nos ayude para que podamos seguir el ejemplo de Devoción de Maria. Amén.
Por tu iglesia, Salvador, que te rinde adoración, que te sirve con amor y sincera devoción. Te ofrecemos hoy Señor, alabanzas y loor. (Culto Cristiano Nº 186)

Omar Darío Dalinger
Juan 12,1-8

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