Lunes 5 de mayo

 

El Señor es mi pastor; nada me falta. En verdes praderas me hace descansar, a las aguas tranquilas me conduce, me da nuevas fuerzas y me lleva por caminos rectos, haciendo honor a su nombre.

 

Salmo 23,1-3

 

El Salmo 23 es un texto clásico y muy conocido, del cual se puede decir mucho. Puede ser una oración que describe las diferentes etapas de la vida de una persona, así como una súplica que nos acompaña en circunstancias difíciles y nos recuerda el amor de Dios.
“Me da nuevas fuerzas”: cuatro palabras que indican confianza, fortaleza, ánimo y esperanza. Este aspecto es muy importante, porque en más de una ocasión sentimos que hemos llegado al límite, que ya “no damos más”, que hemos hecho todo lo posible, y ahí aparece el buen pastor para alentarnos y renovar nuestra energía.
Aunque no sepamos de memoria el Salmo, debemos tener en claro el primer versículo: que nada nos falta porque Dios nos acompaña en todo momento. Y debemos estar dispuestos a dejarnos guiar por su mano cariñosa y compasiva.
“No tengas miedo, él guía tus pasos; tu nombre sabe y a tu lado está. Es el amigo que extiende sus brazos, no temas nada; él contigo va” (Canto y Fe número 204).

 

Javier Gross

Compartir!

Facebook
Twitter
LinkedIn
WhatsApp
Email
Print