Epifanía

Ellos preguntaron: -¿Dónde está el rey de los judíos que ha nacido? Cuando lo vieron, se alegraron mucho. Entraron en la casa, y le rindieron homenaje.

Mateo 2,2.10-11

¿Dónde está Jesús en tu vida?

¿Qué lugar ocupa?

¿Lo buscas con las ansias que lo buscaron los reyes magos a pesar de todos los impedimentos?

¿Lo buscaste?

¿Lo encontraste?

¿Qué le estás ofreciendo? ¿Oro, incienso, mirra? ¿Tiempo, compromiso, solidaridad con el que sufre?

¿Dejas que él entre en tu casa, tu vida personal, tus ideas y acciones para que se vea que lo encontraste?

Cristo vino al mundo para que nos sea más fácil encontrarnos con Dios a través de él. Él está en medio nuestro, camina con nosotros en nuestras luchas cotidianas por la justicia y la paz… él quiere que lo busquemos y se deja encontrar.

Él se deja encontrar en cada niño que sufre la burla de sus compañeros…

En cada mujer que muere producto del machismo…

En cada pobre que no tiene qué llevar a la mesa de su familia… En aquellas familias que están inundadas…

Muchas veces escuché la expresión: “Dios me abandonó” y se puede llegar a entender que en momentos de angustia y soledad se ten- gan esos pensamientos.

Él no se esconde de ellos, no. Espera que nosotros en nuestra búsqueda descubramos que es ahí donde está hoy. Su pesebre es cada una de esas situaciones de injusticia que se dan.

Busquemos a Jesús ahí donde hay sufrimiento y dolor. Y lo vamos a encontrar cuando nos solidarizamos con ellos y junto a ellos buscamos una sociedad mejor.

Esa es una buena manera de rendirle homenaje a Jesús.

Salmo 72,1-7.10-14; Isaías 60,1-6; Efesios 3,1-12; Mateo 2,1-12

Pablo Münter

Agenda Evangélica: Salmo 72,1-3.10-12; Isaías 60,1-6; Mateo 2,1-12; (P) Efesios 3,1-7

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