¡Hermosa eres tú, amiga mía! ¡Hermosa eres tú, y tus ojos son dos palomas! ¡Hermoso eres tú, amado mío, y además encantador!

Cantares 1,15-16 (RVC)

Los eruditos judíos consideraron al Cantar de los Cantares un diálogo alegórico entre Dios e Israel, en el que Dios es el amante e Israel la amada. Quizá gracias a esta interpretación el libro ha sido incluido en el canon hebreo, a pesar de una importante oposición. Los autores cristianos llegaron a semejantes conclusiones diciendo que el libro simbolizaba el tipo de relación que Jesucristo (el esposo) tiene con la Iglesia (la esposa).
No obstante esta lectura es bueno destacar en este día la importancia en la creación de Dios del hombre y la mujer: “Y Dios creó al hombre a su imagen. Lo creó a imagen de Dios. Hombre y mujer los creó” (Génesis 1,27) y la realidad del amor en la pareja.
En una sociedad donde hasta se pone en tela de juicio la sexualidad y todo es cuestionable, donde las relaciones entre el hombre y la mujer son cada vez más relativizadas, sin mucho compromiso y descartables, la Biblia nos trae en forma de poema las imágenes más puras del amor entre el hombre y la mujer. ¿Es posible el amor perfecto en una pareja? Creo que es tan perfecto (o imperfecto) como la relación de amor con nuestros prójimos. Vivimos en un mundo de gente imperfecta, aun siendo nosotros cristianos, por tanto nuestros matrimonios, familias, iglesias, etc., estarán llenas de gente imperfecta. A pesar de eso, la expresión del amor mutuo y perfecto como las imágenes del libro de Cantares, pueden servirnos para resaltar la capacidad que Dios nos da de poder amar y ser amados. El amor puede fracasar, no obstante eso no es motivo para dejar de amar o de comenzar una vida nueva de amor, dando, amando, y cuidando de nuestra pareja.

Enzo Pellini

Cantares 1,1-2,7

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