Vengan, adoremos de rodillas; arrodillémonos delante del Señor, pues él nos hizo.
Salmo 95,6

Hoy comenzamos una nueva semana. El salmista nos invita a doblar las rodillas ante el Señor que nos creó. En este inicio de semana cada uno de nosotros tendremos planes, preocupaciones, tareas por realizar; todos tenemos un camino, una senda por donde iremos. Pero debemos recordar que por encima nuestro, más allá de nuestros intereses, está la soberanía de Dios. En este tiempo que nos toca vivir, todo lo tenemos ordenado: si nos va bien es por nuestro esfuerzo, sabiduría o sacrificio; si no, es por algún enemigo manifiesto u oculto que nos hace difícil seguir adelante. Sin embargo, esa manera de pensar y actuar excluye la presencia de Dios en nuestra vida y en nuestro mundo. Al fin de cuentas no somos más que ovejas de su rebaño, y hemos aprendido a ser lobos para nuestros prójimos. Así vivimos sin pensar en la soberanía de Dios. Dios tiene sus planes y los lleva adelante; nosotros, con nuestros planes muchas veces nos alejamos de él Por eso, al iniciar la semana, dejemos nuestro orgullo de lado, inclinemos nuestras rodillas para darle a Dios el lugar que es único en el mundo y en nuestras vidas. Y así caminemos con alegría en su compañía. Amén.

Atilio Hunzicker
Salmo 95,1-7

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