Y en Cristo tenemos libertad para acercarnos a Dios, con la confianza que nos da nuestra fe en él.

Efesios 3,12

La libertad es uno de los valores por el que más ha luchado la humanidad en su historia, tanto en lo personal como de pueblos enteros.
El apóstol Pablo escribe a los efesios y a nosotros, que la libertad la conquistamos a través de la fe, de la seguridad que tenemos en nuestro Dios, y a través de la paz interna que podamos llegar a construir.
La libertad nos es posible cuando nos ponemos en manos de Dios plenamente y confiando que Él hará lo mejor. La libertad que nos regala, nos quita de ataduras de leyes, de opiniones, de lo material, de nuestras culpas y cargas, y de otras cadenas que nosotros mismos nos creamos. Solo el amor de Dios nos libra de lo que nos pesa.
Pablo se sintió libre aún en la cárcel, porque estaba seguro que Dios estaba con él y que hizo lo que Él mandaba, llamar a todas las naciones a participar de la herencia del Reino de los Cielos. Formó comunidades de fe, para que conozcan el privilegio que nos otorga la libertad en Dios. Una libertad plena, no como la que nos prometen los seres humanos, que mayormente es solo para sumar seguidores y adeptos.
Deseo que la libertad de la que podemos disfrutar, sea en obediencia a Cristo, para construir la paz en la humanidad y tomar las decisiones más acertadas.
Señor Jesucristo, nuestro Salvador, te rogamos por más fe, por más amor, para que podamos vivir en la libertad que tú nos regalas por medio de tu sacrificio en la cruz. Amén.

Inés Schmidt

Efesios 3,1-13

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