Nosotros confiamos en el Señor; ¡él nos ayuda y nos protege! Nuestro corazón se alegra en el Señor; confiamos plenamente en su santo nombre. ¡Que tu amor Señor nos acompañe, tal como esperamos de ti!
Salmo 33,20-22
Desde la primera palabra con la que comienza el versículo, somos incluídos: «nosotros confiamos». Es maravilloso sentirnos parte, saber que estamos incluidos en los beneficios de una promesa. El salmista nos recuerda y afirma el inmenso beneficio que experimentamos al saber que nuestras vidas están en las manos de Dios, en quien confiamos, y del cual proviene nuestra ayuda y protección.
Alguna vez, la teóloga alemana Margot Kässmann expresó: “Con fe, nunca caemos más profundo que en las manos de Dios”. Poder sentir y estar convencidos de esta verdad es el mayor regalo que podemos alcanzar en la vida, y por eso debemos alegrarnos y expresar gratitud.
La posibilidad de experimentar y nutrir esa dicha depende de la actitud, la sensibilidad y el compromiso de cada uno. Dios nos regala la vida, el tiempo y las oportunidades para poder esperar en Él, invocarlo, buscarlo y orarle mientras tengamos la oportunidad de hacerlo. Oremos para que así pueda ser. Amén.
Hilario Tech