Éste es el día en que el Señor ha actuado: ¡estemos hoy contentos y felices!
Salmo 118,24
En nuestras vidas hay días especiales que recordamos cada año: el cumpleaños de un hijo/a, el día de nuestro matrimonio, el día en que conocimos a alguien especial, el día en que perdimos a un ser querido… Experimentamos días de alegría o tristeza que marcan nuestras vidas y que a menudo celebramos o conmemoramos. El salmista nos habla de un día especial, un día que marca nuestra historia de fe: el día en que el Señor actuó.
Reconocemos que Dios actúa en nuestras vidas todos los días. Pero al leer las palabras del salmista, parece que hay un día y una acción especial de Dios que han marcado nuestras vidas para siempre. Para el cristianismo, uno de estos días que celebramos cada año es el domingo de resurrección. Somos el pueblo de la Pascua; celebramos que en este día el amor de Dios fue más grande que el odio y la muerte. La Pascua es el día en que nuestro Dios actuó, el día en que la muerte fue vencida para siempre.
Estemos contentos y felices. El Dios de la vida ha actuado a nuestro favor, nos ha liberado de la muerte y del pecado, y nos ha abierto el horizonte de un nuevo cielo y una nueva tierra. Cantemos y demos gracias a Dios, porque él es bueno, su amor es eterno (v. 29), y su bondad y misericordia hacia nosotros son eternas.
Hoy quisiera invitarte a que, a lo largo del día, hagas un momento de silencio para observar la creación de Dios. ¿Te sorprende algo? ¿Ves a Dios actuando? Que podamos descubrir y celebrar la gracia de Dios que nos salva, nos libera y nos trae paz. Amén.
Izani Bruch
