Pedro dijo: —No tengo plata ni oro, pero lo que tengo te doy: en el nombre de Jesucristo de Nazaret, levántate y anda.

Hechos 3, 5

El discurso de Pedro es un discurso de gran contenido pedagógico para todos los cristianos, porque pone las acciones y el poder de Dios en su justo lugar.

Es la manifestación del poder de Dios la que produce el milagro, curando a ese hombre postrado.

Pedro, reconociendo sus limitaciones, se da cuenta de que es indispensable decirle a la gente lo que realmente ha sucedido: que ese milagro no fue hecho por los apóstoles, sino que fue por el poder de Jesús.

¡Qué desafío para nosotros hoy, qué desafío para todos los cristianos, qué desafío para las iglesias y nuestras comunidades!, que muchas veces creemos que por nuestra palabra, nuestra oración, nuestro mensaje, sanamos, liberamos, les cambiamos la vida a las personas que nos escuchan, cuando en realidad es el poder de Dios.

Otro principio y otra vida de una nueva creación; nuevos comienzos tiene este día; todo hace nuevo nuestro Dios. (Canto y Fe Nº 205)

Oramos a nuestro Señor para que nos ayude a no apoderarnos de lo que no nos pertenece. Nosotros somos sólo sus instrumentos, oramos para que nos haga sencillos y humildes en el servicio. Amén.

Luis Macchi

Hechos 3,1-10

Compartir!

Share on facebook
Facebook
Share on twitter
Twitter
Share on linkedin
LinkedIn
Share on whatsapp
WhatsApp
Share on email
Email
Share on print
Print