El Señor ama a los hombres honrados.
Salmo 146,8
¡Cuán grande es tu obra Señor! Devuelves la vista a los ciegos, ciegos de tristeza ¡Señor a ellos devuelveles la vista del amor!
Levantas a los caídos, a los que están solos y enfermos, ¡Señor a ellos levanta con tu poder y sana su alma!
Amas al hombre honrado y fiel. ¡Señor, fortalece el espíritu de hombres y mujeres honradas y fieles a ti, que con tesón llevan adelante obras diacrónicas en servicio a los que menos tienen!
Proteges a extranjeros, huérfanos y viudas, ¡Señor toma de la mano a familias enteras atravesadas por guerras, exclusión y pobreza y sostenlos en tu inmenso amor!
¡Que tu Reino permanezca en medio nuestro y tu inmensa gloria nos sostenga por toda la eternidad!
“Porque la gloria del Señor es grande, porque el Señor es perfecto en sus caminos, porque el Señor atiende al humilde, más mira de lejos al altivo” (Canto y Fe número 167).
Andrea Rodriguez