Bendeciré al Señor que me aconseja, ¡hasta de noche me instruye mi conciencia!
Salmo 16,7
En nuestro tiempo, hay competencia por el saber y por lo oportuno de la acción. Unos hacen con las manos, mientras que otros critican con la mente; algunos juzgan las acciones de los que hacen, mientras ellos no pueden hacer más que juzgar.
Algunos dicen: “Yo sé que esto o aquello fracasará, por eso no hago ni me esfuerzo en intentarlo”. Por otro lado, muchos dicen: “Si supiera, haría más”.
En este versículo, el salmista nos transmite su experiencia: “Hasta en la noche me instruye”. Dios instruye y ama la sabiduría. Por eso es importante instruirnos en su Palabra, pero también en el saber que ayude a los demás, especialmente a los necesitados y sufrientes.
Que Dios nos conceda mentes abiertas a su amor y a la sabiduría para el servicio. Amén.
Atilio Juan Hunziker