Los árboles se pusieron en camino para ungir a un rey que los gobernara. Entonces dijeron al olivo: “Sé tú nuestro rey”.

Jueces 9,8

Ni el olivo, ni la higuera, ni la vid aceptaron cambiar sus atributos por el gobierno sobre los demás árboles. Quien aceptó fue la zarza.
La “cacocrasía” (kakos: malo) (kratos: poder, gobierno) es el gobierno de los malos. Estamos acostumbrados a que sea la modalidad que impere y hemos perdido el valor de luchar por gobernantes que nos dirijan con sabiduría, honestidad, integridad y honradez.
Somos hombres y mujeres de fe, nuestra responsabilidad también está en velar para que estos valores rijan el orden ciudadano. Cada quien gobierne su propia vida, y entre todos responsables por los que dirigen los destinos de los pueblos.
En lo que dependa de nosotros hemos de ser honestos e íntegros. Aportando lo mejor de nosotros al bien común. Si hemos de asumir responsabilidades de gobierno, ejercerlo con pasión y humildad. Sin sentirnos más que nadie sino al servicio de todos. No queremos más abusos de poder ni mal uso de la autoridad.
Y en cuanto de nosotros dependa velemos por la confianza y responsabilidad que hemos depositado en aquellos que nos gobiernan.
Señor en tus manos está la vida y sos el único Señor, soberano de todo. Conduce nuestros pasos por caminos de justicia y paz. Amén.

Sergio López

Jueces 9,7-21

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