Escucharé lo que Dios el Señor va a decir.
Salmo 85,8-13

En estos versículos nos es posible notar cuáles son algunos de los deseos de Dios para su pueblo. Para muchos, estos pueden sonar como palabras que se convertirán en acciones en un futuro distante y probablemente solo con sentido escatológico.
¿Pero estos son algo para el pasado, el futuro o para hoy? Los deseos de Dios para la humanidad tal como lo son la paz, la justicia, la misericordia y la verdad, son atributos que se convirtieron en acción viva y eficaz, en la cruz de Cristo. Por lo cual, aunque un día este deseo se realizara plenamente, podemos decir que se cumplen hoy y en medio de nosotros. Quienes somos los beneficiarios de su salvación y llamados a continuar la construcción de este reino. Este deseo de Dios para la humanidad es el mismo de ayer, hoy y siempre, tal como él mismo lo es.
Una sociedad en la que exista un verdadero encuentro entre el amor y la verdad, donde por fin se viva una auténtica justicia que nos permita vivir en paz, de manera que en todo ámbito de la vida humana la verdad y la justicia estén presentes. Es en este escenario donde Dios mismo traerá la lluvia, y nuestra tierra dará su fruto.
“La rectitud y la justicia reinarán en todos los lugares del país. La justicia producirá paz, tranquilidad y confianza para siempre”. Isaías 32:16-17

Leonardo Abraham Calderon Rodriguez del Valle

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