Martes 6 de febrero

Reúnan a los que me son fieles, a los que han hecho una alianza conmigo ofreciéndome un sacrificio.
Salmo 50,5

El Salmo 50 describe el juicio de Dios y en este versículo Él llama a reunir a quienes va a corregir, para luego reprenderlos y orientarlos sobre el tipo de sacrificios que deben realizar. ¿Estamos nosotros entre los fieles de este versículo? Sí, nosotros somos aquellos a los que se refiere la cita, los aliados con Dios que pretenden ofrecer sacrificios. Estamos entre quienes hoy deben estar atentos a este anuncio de juicio del Salmo 50.

Somos los seres de la Creación que tienen responsabilidad y por eso nos podemos considerar tanto privilegiados como culpables.

Este mundo posee vitales y hermosos recursos naturales y además una inmensa cantidad de animales y vegetales de los cuales los humanos constituimos una minoría. Somos una porción enaltecida que suele administrar mal la naturaleza y maltratar a las demás criaturas, muchas con conciencia y sentimientos pero sin nuestro poder. Los oprimidos son los seres humanos vulnerables y también los animales silvestres privados de su hábitat, los criados para consumo, los obligados al trabajo y los utilizados para experimentación de productos químicos.

¿Quién no elegiría ser mayordomo en un bello mundo, para alegría de los demás seres vivientes? Parece que aceptamos el privilegio, pero nos comportamos de manera prepotente y cruel. Esta falta es una carga más con la que podemos ir al perdón y descanso que ofrece Jesús, para entonces orientar nuestra fidelidad a favor de la Creación.

Tomás Tetzlaff
Salmo 50, 5-6
Palabra clave: Fidelidad, mayordomía, Creación

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