Día de todos los Santos.
Porque el Cordero, que está en medio del trono, será su pastor y los guiará a manantiales de aguas de vida, y Dios secará toda lágrima de sus ojos.
Apocalipsis 7,17

En muchas de nuestras congregaciones hoy es un día muy especial, donde se acompañan actos en los cementerios, para recordar a quienes ya no están, y para fortalecer la esperanza en la resurrección en quienes participan y acompañan.
El duelo es un proceso que lleva su tiempo, en algunos ese tiempo es de un lapso corto, en otros es un poco más extenso y en otros es una herida que nunca cierra.
Por ello, me tomo el atrevimiento de recomendarles vivir la vida disfrutando cada momento como si fuera el último, disfruten de sus hijos, de sus nietos, de sus ahijados, disfruten cada espacio con la persona que aman para que cuando el momento de partir llegue, puedan agradecer por todo lo compartido, a pesar del dolor por la despedida.
Agradezcan a Dios por su inmensa promesa y su gran amor. Y quiera él guiarnos a ese espacio que nos habla el texto de Apocalipsis, sin lágrimas, solo alegrías.
Dios te cuide en este día especial y te permita recordar con amor y agradecimiento a quienes ya no están.
Buen tiempo, el Señor te cuide.

Narciso Weiss

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