Yo soy el Señor, el Dios de ustedes, que los sacó de Egipto para darles la tierra de Canaán y para ser su Dios.

Levítico 25,38

¡Dios nos hace libres!

Él mismo nos lo dice en su palabra. Nos recuerda cómo sacó al pueblo de la esclavitud en Egipto y cómo debemos vivir cada día, de manera que no volvamos a caer en la tentación de dominar a los demás y transformarlos en esclavos nuestros.

La Escritura nos da consejos hoy acerca de cómo tenemos que obrar frente a las desgracias de nuestros hermanos. Nos invita a dar hospedaje y a compartir lo que tenemos con quien lo necesita. Nos advierte que no debemos buscar ventajas frente a la desdicha de los demás. ¿Por qué? Basta recordar lo que el Señor, por su amor y misericordia incomparables, hizo y hace por los suyos. Él se sigue manifestando en nuestro tiempo. Frente a cualquier situación de dominio y esclavitud, se hace visible en la lucha de quienes trabajan incansablemente para que todos sus hijos e hijas sean libres de verdad.

Por un pedazo de pan, por un poco de vino, Dios se nos hizo manjar, se nos hizo camino. Al no tener vino y pan y por faltarle comida yo vi a más de un hermano amargado de la vida. Y por no dar de su pan y por no dar de su vino, he visto a más de un creyente perder de repente el sentido moral, y que el camino se hará si se siembra justicia, amor e igualdad. (Canto y Fe Nº 350)

Que el Señor nos ayude a abrir las puertas de nuestros hogares para brindar calor y amparo al desprotegido y nos conceda la gracia de encontrar alegría compartiendo un poco de lo mucho que nos da cada día. Amén.

Carlos Abel Brauer

Levítico 25,35-43

Compartir!

Share on facebook
Facebook
Share on twitter
Twitter
Share on linkedin
LinkedIn
Share on whatsapp
WhatsApp
Share on email
Email
Share on print
Print