Que Cristo viva en sus corazones por la fe, y que el amor sea la raíz y el fundamento de sus vidas.

Efesios 3,17

El sentimiento del AMOR dio siempre mucho de qué hablar, escribir, cantar, pintar y esculpir. Hasta se ha formado una industria a su alrededor de cómo alcanzarlo, expresarlo y conservarlo. Pero, ¿de qué amor nos habla el apóstol Pablo? Nos habla de una vida plena en amor, sin distinciones. Amar a los que nos rodean, a la naturaleza y a uno mismo.
Jesús es nuestro gran maestro en el amor, amó hasta a aquellos que lo colgaron en la cruz. Para seguir sus pasos es necesario pulir cada día nuestras actitudes y pensamientos.
Albert Einstein escribió una carta a su hija Lieserl que nos puede ejemplificar. “Hay una fuerza tremenda que la ciencia aún no ha podido explicar. Esta fuerza controla todos los fenómenos universales. Esa fuerza es la del amor. El amor es luz, es una atracción que une a la gente. Es una fuerza que multiplica todo lo bueno en nosotros. Es la única fuerza que le da a la humanidad la posibilidad de no ahogarse en el temor. Esta fuerza lo explica todo. Y le dará el significado a la vida”.
El amor es la energía que puede curar al mundo, con él podremos mantener la paz y la esperanza. Solo nos resta ponerlo en la práctica cada día.
Dios y Creador nuestro, damos gracias por la vida que nos regalaste y las enseñanzas que nos dejas cada día. Y te rogamos para que podamos aprender a vivir en amor como fundamento de nuestras vidas. Amén.

Inés Schmidt

Efesios 3,14-21

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