Al cabo de tanto tiempo, ustedes ya deberían ser maestros; en cambio, necesitan que se les expliquen de nuevo las cosas más sencillas de las enseñanzas de Dios. Han vuelto a ser tan débiles que, en vez de comida sólida, tienen que tomar leche.

Hebreos 5,12

El autor de la carta a los Hebreos se sentía defraudado porque hacía ya mucho tiempo que esa comunidad había comenzado a transitar el camino de la fe cristiana, pero parecía estar estancada. Él los alienta a seguir creciendo en la fe y en los conocimientos acerca de la fe. Pone como ejemplo la alimentación del ser humano. Cuando nacemos debemos tomar leche, pero llega el momento en que debemos incorporar alimentos sólidos, pues la leche será insuficiente para nuestro sustento, crecimiento y desarrollo. Así sucede también con la fe, los conocimientos acerca de Dios y de su mensaje a través de Jesucristo.

Cuanto más conocemos más estamos desafiados a vivir de acuerdo a esa fe. Esto es algo positivo, pues voy a ir creciendo y entendiendo lo que Dios me propone como manera de vivir para mi verdadera felicidad y la de mi prójimo. Un ejemplo simple: Si dispongo de un dinero y se lo presto a un amigo, pero le cobro intereses altísimos, estoy haciendo algo malo; pero quizás no sabía que esto no debía ser así. Si verdaderamente no sabía que iba contra el amor de Dios, entonces no tendría culpa. Pero si hago esto sabiendo que está mal, soy culpable. Por eso es importante conocer cada vez con más profundidad la manera en que Dios nos quiere guiar cada día, en las cosas de la vida cotidiana. Cuanto más pueda conocer el amor de Dios mejor podré vivir en este mundo que él creó para mí y para los demás. Alcanzamos la salvación por la fe, pero esa fe debería invitarme a intentar ser cada día mejor.

Dios de la vida, danos fuerzas y sabiduría para querer seguir creciendo en la fe. Que tengamos hambre de tu palabra y que alimentados por tu gracia podamos entender tu mensaje de paz, justicia y amor. Que todo lo podamos poner en práctica guiados por tu Santo Espíritu. Amén.

Armando A. Weiss

Hebreos 5,11-6,8

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