De cierto, de cierto os digo: El que en mí cree, las obras que yo hago, él también las hará; y aún mayores hará, porque yo voy al Padre.

Juan 14,12

Jesús frente a la pregunta de Felipe que les muestre al Padre, que dé señales, responde que ellos darán señales a través da las obras que hagan y que lo reflejan a Dios (al Padre) y al mismo Jesús.
Dentro de la teología protestante, está claro que las obras no son el camino a la salvación, principalmente cuando las hacemos y transformamos en una relación mercantilista, cuando caemos en hacer algo para que Dios nos retribuya, eso se transforma en un querer usar y manipular a Dios e intercambiar beneficios, lo cual no tiene nada que ver con la Fe.
En cambio, lo que Jesús les dice a sus discípulos es que las obras que nacen desde la fe, desde ese vínculo de amor y relación que nos unen con él y con su Padre, esas obras que reflejan las palabras Dios y de Jesús, son las que debemos buscar.
Jesús nos promete en este texto que todo aquello que hagamos en su nombre y en el de Dios será grandioso, ya que cada gesto en la vida de un hermano/a en medio de sus necesidades y problemas es de gran importancia para esa persona, ya que nuestro Dios lo magnifica todo y es una gran señal de su amor.
También debemos reconocer que nuestro hacer y obrar no siempre nacen de todo lo ya mencionado anteriormente, sino de otros lugares menos claros y más egoístas, pero a pesar de eso la gracia de Dios sigue apareciendo en medio nuestro.

Javier Gross
Juan 14,8-14

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