El Señor dice: “Canten de gozo y alegría por el pueblo de Jacob, la principal entre todas las naciones. Hagan oír sus alabanzas y digan: El Señor salvó a su pueblo, lo que quedaba de Israel”.
Jeremías 31,7
Leemos e incluso pareciera que escuchamos la invitación a cantar con alegría y gozo, y a proclamar lo que Dios ha hecho por nosotros, por ti y por mí. En ocasiones, expresamos que nos resulta difícil encontrar las palabras para agradecer lo que Dios nos ha brindado con tanta generosidad, y que en muchas ocasiones recibimos sus bendiciones no solo directamente de Él, sino también a través de esas personas amorosas que Él ha cruzado en nuestro camino. Sentimos que nuestras palabras y gestos son insuficientes para expresar toda la gratitud que quisiéramos manifestar por el bien, el amor y la salvación que hemos recibido.
Por eso, la maravilla de nuestro Creador se manifiesta a través del canto y la música, con sus preciosas melodías, poesías y hermosos y variados ritmos. Estos son medios a través de los cuales podemos expresar nuestra gratitud de una manera única y especial. La expresión musical se suma a las palabras, los gestos e incluso a nuestro silencio contemplativo, aquel que experimentamos al admirar con un corazón agradecido el amor que Dios nos brinda.
¿Cómo puedo expresar adecuadamente la gratitud por todo lo que Dios ha hecho por nosotros, por ti o por mí? Seguimos haciéndonos esta pregunta. Sin embargo, a medida que cantamos más, escuchamos cantar y nos unimos al canto del grupo o la comunidad, es posible que nos acerquemos a la respuesta. Al cantar, nuestra expresión de gratitud se intensifica aún más; aunque nuestra gratitud nunca alcance, no dejaremos de cantar con alegría. Amén.
Delcio Källsten