Miércoles 24 de mayo

En cuanto el espíritu reposó sobre ellos, comenzaron a hablar como profetas; pero esto no volvió a repetirse.
Números 11,25b
¿Cuándo fue la última vez que te sentiste unido/a a 70 personas? De eso nos habla este texto bíblico en el cual Moisés y 70 ancianos israelitas están unidos en un mismo espíritu por Dios. A veces me parece que es difícil encontrar a una persona con la cual uno/a se siente unido/a de esta manera.
Lo que me gusta de la traducción de la biblia Gute Nachricht (Buena Nueva) es que nos dice un poco más de cuando los ancianos israelitas hablaron como profetas: “sie wurden von ekstatischer Begeisterung ergriffen” (fueron capturados por un entusiasmo extático). Esta unión bajo un solo espíritu tiene como característica esencial el entusiasmo.
Sentir tanto entusiasmo, unirse bajo él, compartirlo, vivirlo es para mí tanto la tarea de la iglesia, de una congregación, como un gran don de Dios. Algo que deberíamos lograr y, sin embargo, no está solamente en nuestras manos.
Por la situación de la COVID muchas actividades que normalmente se planifican y realizan con mucho entusiasmo no eran posibles. Mi impresión es que en este tiempo hemos perdido un poco de ese entusiasmo, porque cuando creemos que contamos con todo planificado, existe el temor de que haya que cancelar. Es un desafío buscar y encontrar el entusiasmo no solo en las grandes fiestas de la congregación, sino también en los encuentros mucho más pequeños.
Deseo que en el futuro Dios nos dé otra oportunidad en la cual se nos permita pensar y soñar en grande sin todas las reglas, distancias y miedos. Para que estemos unidos/unidas por este gran entusiasmo de nuestra fe.
Annika Willinski

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