Miércoles 24 de septiembre

 

Beben vino en grandes copas, usan los más finos perfumes, ¡Y nada les importa la ruina del país!

 

Amós 6,6

 

Amós, el profeta que vivió aproximadamente entre el año 762 a.C. y el 750 a.C., sigue siendo sorprendentemente relevante hoy en día. Frivolidad, excesos y lujos sin considerar en absoluto la dignidad de la nación. Injusticia social perpetrada por algunos, corrupción entre los grandes señores, completamente ajenos al compromiso con la vida y el prójimo, mostrando indiferencia hacia toda la creación.
Y Amós, un simple productor de higos y pastor, fue llamado por Dios para transmitir un mensaje profético, pero será uno de los primeros en ser desterrado. Con valentía, denunció la injusticia social de los poderosos y la desigualdad. ¡Su mensaje sigue siendo relevante hoy en día! Aquellos de nosotros que buscamos seguir al Señor deberíamos emular a Amós, resistiendo la tentación de dejarnos deslumbrar por el brillo y los lujos, y en cambio, abrir los ojos a nuestro entorno: a aquellos que están solos, a los que carecen de todo. Que podamos volver a lo sencillo, a lo transparente.
Que podamos reconocer a Dios como soberano de toda la creación, pues nada tenemos comprado. Los lujos y la soberbia no tendrán ningún valor si no reconocemos nuestras propias debilidades. Que el alboroto y el ruido de los poderosos no nublen nuestros corazones.
“Al no tener vino y pan y por faltarle comida yo he visto a más de un hermano amargado de la vida. Y por no dar de su pan y por no dar de su vino, he visto a más de un creyente perder de repente el sentido moral, y que el camino se hará si se siembre justicia, amor e igualdad” (Canto y Fe número 350)

 

Andrea Rodriguez

 

 

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