No te des importancia frente al rey ni tomes el lugar de la gente importante.
Proverbios 25,6
Sabiduría con humor. Mucho de esto tienen los Proverbios, éste en particular. Me recuerda a aquel consejo de Jesús. “Cuando alguien te invite a un banquete no te sientes en el lugar principal pues puede llegar otro invitado más importante que tú y el que los invitó a los dos puede venir a decirte: dale tu lugar a este otro”.
En tiempos en los que da la sensación de que es más importante parecer que ser, y en los que figuras públicas luchan a brazo partido por su minuto de fama porque son conscientes de que es preferible que de ellas se hable mal a que no se diga nada, el consejo es más que pertinente. Por la antigüedad del proverbio, deducimos que siempre lo fue; doble señal: de la vigencia de la Palabra y de nuestra lentitud humana en evolucionar.
¿Quién es la gente importante? ¿Quiénes son las dignas de los espacios VIP? El anglicismo de la sigla más que darle vuelo oculta su ridiculez, la de establecer categorías de importancia entre las personas de manera que algunas resulten dignas de ser llamadas “very important persons”, es decir, personas muy importantes.
En este mundo, hay quienes parecen merecer los primeros lugares, las máximas consideraciones y los mejores beneficios, mientras que otros parecen ser excluidos de todo eso. “No será así entre ustedes”, vendrá a decir Jesús a sus discípulos. Vendrá a decirnos.
La humildad es la verdadera grandeza humana. Quien quiera ser el más importante entre ustedes, póngase a servir a los demás.
Las luces de las cámaras, el trato con excesiva deferencia y la búsqueda de figuración son muestra de una pequeñez en busca de grandeza por caminos equivocados. No transitemos por ellos.
Oscar Geymonat