Iba vestido con ropa teñida de sangre y su nombre era: La Palabra de Dios.

Apocalipsis 19,13

Nuestra vida es como un rompecabezas donde cada pieza debe encajar en su lugar. Muchas veces al realizar un repaso de ella nos preguntamos porque me pasó esto, porqué estudié tal cosa o porqué es- tuve en ese lugar. Todo esto hacerlo encajar correctamente es difícil. Y de repente leemos la Biblia y todo parece ensamblarse correctamente en nuestra vida.
Los evangelios del Nuevo Testamento no tendrían la repercusión en nuestra vida si no existiera la cruz y con ella la sangre que ofreció Cristo para librarnos de nuestros pecados y darnos la vida perdurable.
La Palabra de Dios es una guía en nuestra vida y nos ayuda en cada momento siempre.
Nos hace reflexionar y nos ayuda a poder actuar cristianamente día a día.
La lectura de la Biblia reconfortó a muchas personas durante esta pandemia y les dio fortaleza para seguir adelante.
Dios nos habla cada día mediante su Palabra. Tengamos la buena costumbre de leer su mensaje dirigido a cada uno de nosotros y nosotras. Dios nos habla personalmente cada día.
La palabra del Señor es recta y sus obras son maravillosas. La justicia y el derecho tienen tronos a su diestra
Y de su misericordia llena está toda la tierra. (Canto y Fe Nº 110)

Ingrid Mai Pinkes

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