Llega fin de año y por supuesto también el inicio de otro.
Es un tiempo más que propicio para hacer un balance y también una proyección
Al hacerlo seguramente nos encontraremos con dolores y alegrías, éxitos y fracasos, lo que salió bien, lo que quedó sin hacer, nacimientos y partidas, mejoras o regresiones en la calidad de vida o los derechos.
También es tiempo de proyección, de pensar en aquello que se espera alcanzar, lo que necesitamos para vivir mejor…
Y es bueno que todos estos balances y proyecciones las pongamos en manos del Señor. Para que al hacerlo no nos sintamos en soledad o que el individualismo nos gane y caigamos en el error de creer que todo depende solamente de nosotros mismo o de nosotras mismas.
Poner en manos del Señor nos ayudará a que los errores y frustraciones no se traduzcan en culpas o remordimientos; que los éxitos y ganancias no nos llenen el corazón y la cabeza de orgullo, vanidad o mezquindad.
Poner en manos del Señor…
para que las pérdidas estén sostenidas por la esperanza de la resurrección. y para que los nacimientos sean disfrutados como una Gracia que debemos cuidar con responsabilidad.
Para que las luchas por aquello que se quiere alcanzar no nos agoten y perdure la resistencia y la esperanza
Para que los miedos no nos paralicen y la incertidumbre no nos encierre.
Para que no nos acostumbremos a vivir cada vez peor y con menos derechos – Porque es de Dios que tengamos vida y vida en abundancia.
Poner en manos del Señor para que se haga su voluntad y no la nuestra.
Que tengan un bendecido año. Que el Señor sea con todos y cada uno de ustedes, es el deseo de la Ia Iglesia Evangélica del Río de la Plata.
Pastor Leonardo Schindler
Pastor Presidente