Reflexiones acerca de la Ley de emergencia en Discapacidad

En Marcos 9:40 dice “El que no está contra nosotros, está a nuestro favor.” En este contexto de la ley de emergencia en discapacidad que, finalmente, obtuvo media sanción de diputados el día 6 de junio, me animo a dar vuelta la frase: “Quien no está a nuestro favor, está en contra nuestro.”

 

Y si, claro, cambia el sentido y le da un contexto mas de: “¿de qué lado estás?”.

 

Distintas organizaciones y ONG’s agrupadas en el Foro Permanente de en Defensa de los derechos de las Personas con Discapacidad, de la cual la Iglesia Evangélica del Río de la Plata (IERP) es miembro, a través de la Pastoral de discapacidad, y otras instancias intermedias, como FEDERIS, etc., venimos acompañando el justo reclamo de las distintas prestaciones para la discapacidad.

 

 

Reuniones, manifestaciones, marchar, compromisos activos de muchos, sumándonos a los de tantos otros, han mostrado que la unión hace la fuerza cuando se trata de defender el derecho a una vida digna en un contexto donde todo se mide desde el rendimiento o la utilidad económica.

 

Mas allá de la Ley, que no es una Ley sino un derecho amparado en la Convención de las Personas con Discapacidad, la cual Argentina suscribió en 2007 y ratificó en 2008 con la Ley 26.378 y luego en 2014 con la Ley 27044, quiero aprovechar para invitarlos a reflexionar juntos sobre las situaciones de vulnerabilidad que atraviesan a varios sectores de la población.
No se trata de posturas ni políticas, ni ideológicas, se trata de hacernos eco de las situaciones de muchos hermanos y hermanas que están siendo desplazadas de la sociedad. Nuestra misión como cristianos es, ante todo, defender el derecho a una vida digna, especialmente, así como lo hizo Jesús, de aquellos a quienes el sistema quiere dejar de lado.

 

 

Como iglesia estamos llamados a colaborar para que la sociedad sea mas amable y solidaria para con todos los que sufren. La iglesia no fue llamada a existir como un fin en si misma, sino para hacer lo que Jesucristo haría si estuviera en la tierra.

 

Por otro lado, me entristece el silencio de muchos sectores de las distintas Iglesias, incluida la nuestra. Fue escasa la participación desde las iglesias en este tema tan sensible. Mas que nada porque pareciera que si no me afecta directamente, no me preocupa, pensamiento que está muy lejos de las enseñanzas de Jesús, quien nos enseñó que siempre que se trate de defender la dignidad de quienes el sistema de turno no quiere atender, hay que jugársela, aunque eso cueste la cruz.
No es una lucha solo de las personas con discapacidad, sino es una lucha de todos, por transformar corazones, por sensibilizar y ver más allá de números fríos, economías mezquinas, o intereses personales.

 

Asimismo, creo que es oportuno que todos los que estamos acompañando situaciones de vulnerabilidad, desde niñeces, mujeres, géneros, jubilados, pueblos originarios, discapacidad, salud mental, y tantas otras situaciones, podamos encontrar herramientas para dar testimonio como iglesia toda en nombre de una fe que profesamos.

 

Pastor Pablo Münter (coordinador de la Pastoral con Personas con Discapacidad y su entorno – IERP)

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