Salmo 149
1 Cantad a Jehová un cántico nuevo,
su alabanza en la congregación de los santos.
2 Gózase Israel en su Hacedor;
los hijos de Sion se alegren en su Rey.
3 Alaben su nombre con danza;
con pandero y arpa le canten.
4 Porque Jehová tiene contentamiento en su pueblo;
hermosamente adornará a los humildes con la salvación.
5 Los santos se alegrarán gloriosamente;
se regocijarán sobre sus camas.
6 La alabanza de Dios estará en su boca,
y espada de dos filos en sus manos,
7 para ejecutar venganza sobre las naciones,
y castigo sobre los pueblos,
8 para sujetar a los reyes con grilletes,
y a los nobles con cadenas de hierro,
9 para ejecutar en ellos el juicio escrito;
este será el honor de todos sus santos.
Aleluya.

Daniel 7:1-3, 15-18
1 En el primer año de Belsasar, rey de Babilonia,
tuve un sueño, y visiones de mi cabeza, mientras estaba en mi cama;
y escribí el sueño, declarando la principal cosa.
2 Habló Daniel y dijo: Vi en mi visión de noche,
y he aquí que los cuatro vientos del cielo combatían en el mar grande.
3 Y cuatro bestias grandes, diferentes unas de otras, subían del mar.

(Salto a versículos 15-18)

15 A mí Daniel, mi espíritu se turbó dentro de mi cuerpo,
y las visiones de mi cabeza me asombraron.
16 Me acerqué a uno de los que estaban presentes, y le pregunté la verdad acerca de todas estas cosas;
y él me habló, y me hizo saber la interpretación de las cosas.
17 Estas grandes bestias, que son cuatro, son cuatro reyes que se levantarán en la tierra.
18 Pero los santos del Altísimo recibirán el reino, y poseerán el reino hasta el siglo, y para siempre.

Efesios 1:11-23
11 En él asimismo tuvimos herencia,
habiendo sido predestinados conforme al propósito del que hace todas las cosas según el designio de su voluntad,
12 a fin de que seamos para alabanza de su gloria, nosotros los que primeramente esperábamos en Cristo.
13 En él también vosotros, habiendo oído la palabra de verdad, el evangelio de vuestra salvación,
y habiendo creído en él, fuisteis sellados con el Espíritu Santo de la promesa,
14 que es las arras de nuestra herencia, hasta la redención de la posesión adquirida, para alabanza de su gloria.
15 Por esta causa, yo también, habiendo oído de vuestra fe en el Señor Jesús, y de vuestro amor hacia todos los santos,
16 no ceso de dar gracias por vosotros, haciendo mención de vosotros en mis oraciones,
17 para que el Dios de nuestro Señor Jesucristo, el Padre de gloria, os dé espíritu de sabiduría y de revelación en el conocimiento de él,
18 alumbrando los ojos de vuestro entendimiento, para que sepáis cuál es la esperanza a que él os ha llamado,
y cuáles las riquezas de la gloria de su herencia en los santos,
19 y cuál la supereminente grandeza de su poder para con nosotros los que creemos,
según la operación del poder de su fuerza,
20 la cual operó en Cristo, resucitándole de los muertos, y sentándole a su diestra en los lugares celestiales,
21 sobre todo principado y autoridad, y poder y señorío, y sobre todo nombre que se nombra, no solo en este siglo, sino también en el venidero;
22 y sometió todas las cosas bajo sus pies, y lo dio por cabeza sobre todas las cosas a la iglesia,
23 la cual es su cuerpo, la plenitud de Aquel que todo lo llena en todo.

Lucas 6:20-31
20 Y levantando los ojos hacia sus discípulos, decía:
Bienaventurados los pobres, porque vuestro es el reino de Dios.
21 Bienaventurados los que ahora tenéis hambre, porque seréis saciados.
Bienaventurados los que ahora lloráis, porque reiréis.
22 Bienaventurados seréis cuando los hombres os aborrezcan,
y cuando os aparten de sí, y os vituperen, y desechen vuestro nombre como malo,
por causa del Hijo del Hombre.
23 Gozaos en aquel día, y alegraos, porque he aquí, vuestro galardón es grande en los cielos;
pues así hacían sus padres con los profetas.
24 Pero, ¡ay de vosotros, los ricos,
porque ya tenéis vuestro consuelo!**
25 ¡Ay de vosotros, los que ahora estáis saciados,
porque tendréis hambre!**
¡Ay de vosotros, los que ahora reís,
porque lamentaréis y lloraréis!**
26 ¡Ay de vosotros cuando todos los hombres hablen bien de vosotros,
porque así hacían sus padres con los falsos profetas.**
27 Pero a vosotros los que me oís, os digo: Amad a vuestros enemigos,
hacéis bien a los que os aborrecen,
28 bendecid a los que os maldicen, orad por los que os ultrajan.
29 Al que te hiera en una mejilla, ofrécele también la otra;
y al que te quite el manto, no le impidas que tome también la túnica.
30 A todo el que te pida, dale;
y al que tome lo que es tuyo, no se lo reclames.
31 Y como queréis que hagan los hombres con vosotros, así también haced vosotros con ellos.

Agenda Evangélica: Salmo 150,1-6; Daniel 7,1-3.13-18.27; Apocalipsis 7,9-12 (P); Mateo 5,1-10