De nuevo levanté la mirada, y vi que de entre dos montes salían cuatro carros. Los montes eran de bronce.

Zacarías 6,1 (RVC)

“De nuevo”, dice el Profeta. De nuevo porque ya había experimentado siete visiones que están relatadas en este libro de Zacarías.

Todas estas visiones, con el mismo propósito, que es el de todo el libro: ofrecer esperanza en un momento difícil en el que estaban reconstruyendo el templo y la ciudad, rodeados de enemigos que tramaban en su contra.

En un mundo antiguo, donde los medios tecnológicos y audiovisuales no existían, el recurso de los símbolos era muy usado en la literatura apocalíptica y escatológica. Por ello el libro de Zacarías y el Apocalipsis recurren al uso de figuras tales como carros y caballos.

Los eruditos no se ponen de acuerdo en muchas de las interpretaciones que se pueden hacer de estas y otras visiones, hasta el punto de que Jerónimo, traductor de la Vulgata Latina, catalogó al libro del Profeta Zacarías como el más oscuro y difícil de entender del Antiguo Testamento.

Además entra en juego el lente teológico del erudito encargado de interpretar estas visiones, el cual puede ser por ejemplo amilenial o dispensacional, etc.

Sin embargo, gracias a Dios, Él nos ha dejado en su palabra escrita verdades sencillas de entender y no tan fáciles de poner en práctica.

Culmino la reflexión con un pensamiento del escritor Mark Twain: “A la mayoría de las personas le preocupan los pasajes de las Escrituras que no comprenden, pero los que me preocupan a mí son los que sí comprendo.”
Señor: Dame de tu Espíritu iluminación para entender y aplicar tu palabra. Amén.

Omar Darío Dalinger

Zacarías 6,1-8

Compartir!

Share on facebook
Facebook
Share on twitter
Twitter
Share on linkedin
LinkedIn
Share on whatsapp
WhatsApp
Share on email
Email
Share on print
Print