Pues cuando éramos incapaces de salvarnos Cristo, a su debido tiempo murió por los pecadores.

Romanos 5: 6
El amor es:
Un abrazo con un ser querido.
Ese mate calentito que nos espera para cobijarnos con una charla amena.
Esos mensajes que escribimos o nos escriben: “cuídate”, “¿llegaste bien?” “te extrañamos”
Ese plato de comida sabrosa que nos preparan con amor en algún lugar.
Ese pequeño que regala una flor a su mama.
Esa abuela que teje con amor las medias o una bufanda para sus nietos.
Dar cobijo a un animalito abandonado en nuestro hogar.
Esperar en la noche sin importar la hora el regreso o la llegada de alguien amado.
La mano que nos aprieta fuerte cuando las lágrimas y el nudo llegan a nuestra garganta y no nos permite hablar.
Ese nido que con tanto amor construyo ese hornero, soñando un hogar para sus pichones.
No hablar ciertos temas cuando sabemos que al otro le estamos tocando un punto débil o que lo lastima.
Lo que nos hace acercarnos a los demás desinteresadamente sin esperar nada a cambio.
Amor infinito, expresión máxima que nos regaló nuestro Señor al dar a su único hijo para que nos salvara a cada uno de nosotros de los pecados y la miseria de nuestras vidas.
En este día deseo que ese amor, en cualquiera de sus formas y a través de cualquiera de sus facetas, se haga presente en tu vida como brisa suave de primavera, haciendo florecer la gracia y el amor de Dios en tu corazón.

Melisa Hilman
Romanos 5,6-11

Compartir!

Share on facebook
Facebook
Share on twitter
Twitter
Share on linkedin
LinkedIn
Share on whatsapp
WhatsApp
Share on email
Email
Share on print
Print