Les he escrito estas cosas a ustedes, los que creen en el nombre del Hijo de Dios, para que sepan que tienen vida eterna.
1 Juan 5,13 (RVC)
Creer en el nombre del Hijo de Dios es la forma de tener al Hijo y por consiguiente, tener vida eterna, aquí y ahora y por supuesto en la eternidad.
El propósito de Juan es que sus lectores sepan que poseen vida eterna. Y es crucial que él no les dice que «sientan», ya que de lo contrario, la certeza de la salvación se fundamentaría en los sentimientos en lugar del conocimiento de la verdad.
El Doctor en Medicina y Pastor Martín Lloyd-Jones, en línea con la enseñanza de Lutero y los Reformadores, decía: “Si quieres tener seguridad o certeza de salvación, el lugar donde empezar no es en tus sentimientos, sino en tu entendimiento; luego los sentimientos seguirán. La manera de tener seguridad o certeza no es tratar de sentir algo, sino tener esa verdad absoluta”.
Cualquier idea, propia o ajena, que haga dudar al creyente de la certeza de su salvación, se transforma en formas de opresión, dominación y manipulación y por lo tanto, contrasta con la acción liberadora del Evangelio de Jesucristo, que gracias al amor, echa fuera todo temor.
Confiemos en la inmutable Palabra de Dios, porque aunque todas las cosas pasen, su Palabra permanecerá para siempre.
Si es verdad que de la muerte el pecado es aguijón, no temáis que Jesucristo nos da vida y salvación. Gracias damos al Dios Padre que nos da seguridad, que quien cree en Jesucristo vive por la eternidad (Canto y Fe Nº 71)
Omar Darío Dalinger