Voy a hacer que vuelva mi siervo David, lo pondré como único pastor.  El será su pastor.

Ezequiel 34,23

El anuncio de la venida del Mesías.

El profeta, de una manera simple y cotidiana, nos introduce en la promesa de Dios, de la llegada de su “mano derecha”, podríamos decir hoy,  a esta Tierra.

Donde los hombres no son capaces de establecer un ámbito de armonía, la palabra de Yahvé nos dice que vendrá un tiempo de mansedumbre, de paz, de buenos frutos, de abundancia, en el que la pobreza y los sufrimientos serán dejados atrás.

Nuestro salvador nos reunirá como rebaño y nos cuidará.

Cuando contamos estas historias a nuestros niños todo es posible, ellos nos creen e imaginan el relato como real, y nos llevan a ese juego de imaginación.

¿Será que verdaderamente debemos ser como niños y creer en estas palabras, en estos relatos, en estas promesas?

Seamos como niños y busquemos fielmente creer en la Palabra de Dios, y cantemos juntos:

Enviado soy de Dios, mi mano lista está, a construir con él, un mundo fraternal.

Los ángeles no son enviados a cambiar, un mundo de dolor, en un mundo de paz.

Me ha tocado a mí, hacerlo realidad, ayúdame Señor, a hacer tu voluntad,” (Canto y Fe  Nº 150)

Que tu día este lleno de bendiciones y abundante fe. Amén.

Noemí Loose

Ezequiel 34,23-31

Compartir!

Share on facebook
Facebook
Share on twitter
Twitter
Share on linkedin
LinkedIn
Share on whatsapp
WhatsApp
Share on email
Email
Share on print
Print