Fijemos la mirada en Jesús, el iniciador y perfeccionador de nuestra fe, quien por el gozo que le esperaba, soportó la cruz, menospreciando la vergüenza que ella significaba, y ahora está sentado a la derecha del trono de Dios. Así, pues, consideren a aquel que perseveró frente a tanta oposición por parte de los pecadores, para que no se cansen ni pierdan el ánimo.
Hebreos 12,2-3
Al fijar nuestra mirada en Jesús, el iniciador y perfeccionador de nuestra fe, encontramos un ejemplo poderoso de resiliencia y coraje frente a la adversidad. Jesús soportó la cruz, despreciando la vergüenza que conllevaba, manteniendo una visión clara de su misión: la de ofrecer una vida digna para todas las personas. Este acto de coraje nos inspira, especialmente cuando nos sentimos vulnerables, a enfrentar con fortaleza las injusticias y desafíos que podamos encontrar en nuestro camino.
Jesús perseveró frente a una intensa oposición, y su ejemplo nos llama a no cansarnos ni perder el ánimo, sino a continuar luchando por la justicia, la igualdad y el amor. En Él, encontramos la fuerza para resistir y avanzar, sabiendo que nuestra lucha no es en vano y que estamos sostenidos por un amor inquebrantable.
Oremos: Dios de justicia y amor, te damos gracias por el ejemplo de Jesús, por su vida y sus enseñanzas. Ayúdanos a fijar nuestra mirada en Él, inspirándonos en su fortaleza para enfrentar las injusticias y desafíos de nuestro tiempo. Danos el coraje para luchar por la igualdad y la dignidad de todas las personas, y la sabiduría para discernir tu voluntad en nuestras vidas. Que nunca nos cansemos ni perdamos el ánimo, sabiendo que Tú caminas con nosotras y nosotros y nos sostienes con tu amor inquebrantable. Amén.
Marcia Blassi