No hay diferencia entre los judíos y los no judíos; pues el mismo Señor es Señor de todos, y da con abundancia a todos los que lo invocan.
Romanos 10,12
Porque no hay diferencia entre el judío y el que no lo es. Todos somos igualmente bienvenidos a la salvación. Aquí nadie tiene ningún privilegio exclusivo y nadie es rechazado. No hay diferencias de raza, sexo, orientación política, posición económica y/o cualquiera de los parámetros que los seres humanos tendemos a utilizar para diferenciarnos unos de otros, para poner barreras entre nosotros.
A todos se nos propone un modo sencillo de ser salvos, a saber: fe en el Señor Jesucristo; porque Él es el mismo Señor que todo lo hizo y todo lo gobierna, y es rico en misericordia para con todos aquellos que lo buscan.
Una vez más el Apóstol Pablo nos hace saber que sólo se requiere fe. Donde sea que haya fe, allí la bondad de Dios se manifiesta a la salvación.
Hermanas y hermanos, nos insto a no olvidar que creer en Dios, es, ante todo, confiar en su amor infinito hacia nosotros y que dicho amor no hace diferencias, es inconmensurable y alcanza a todos aquellos que lo invocan por igual.
Karina Arntzen
Abogada
Congregación Montecarlo de la IERP
Av. Paraguay, esquina Calle Corrientes CP 3384, Montecarlo, Provincia de Misiones
Correo electrónico: karina.arntzen@gmail.com
Tema: No hay diferencia entre el que es judío y el que no lo es / el amor de Dios