Aquel que los llama es fiel, y cumplirá todo esto.
1 Tesalonicenses 5,24

Estas palabras son el final de una promesa que Pablo le hace a los tesalonicenses en nombre de Dios: “Que Dios mismo, el Dios de paz, los haga a ustedes perfectamente santos, y les conserve todo su ser, espíritu, alma y cuerpo, sin defecto alguno, para la venida de nuestro Señor Jesucristo”.
¿Hiciste este año una promesa que no pudiste cumplir? ¿La cambiaste? ¿Pusiste alguna excusa?
Dios sí cumple sus promesas. Podés confiar que Él no va a cambiar sus promesas o sus discursos de acuerdo al auditorio o las circunstancias del momento. Pero, ¿Cuáles son esas promesas para vos hoy?
Que tu vida va a estar protegida por su poder y su amor, que él te va a perfeccionar para que toda tu vida, cuerpo, mente, alma, espíritu, toda la integridad de tu vida, está bajo el cuidado y protección de Dios.
Eso no quiere decir que no van a tener dificultades o que te va a ir de maravilla al estilo de las películas de Disney. No, lo que te promete Dios es que él te va a dar paz y va a perfeccionar tu vida, como decíamos ayer.
Esa promesa de Dios, ¿no te motiva a ser más agradecido, a estar más alegre, a orar siempre, y procurar de poner tu vida en sintonía con él?
Él es nuestra única fortaleza y esperanza.
Te propongo que en este año, cuando planifiques el que viene, te plantees ser más alegre y agradecido y con esa alegría contagiar a otros para que se refleje la paz de Dios. Bendiciones.

Pablo Münter

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