Ananías fue a la casa donde estaba Saulo. Al entrar, puso sus manos sobre él y le dijo: “Hermano Saulo, el Señor Jesús… me ha mandado…”

Hechos 9,17

¡Qué ejemplo de amor y perdón vemos en Ananías al acercarse a ese hombre que hasta ayer perseguía con crueldad a los cristianos, y saludarlo como “hermano Saulo” sin reproches ni agravios!

Menos mal que cuando estamos en el fondo del abismo, remando en el barro de la tristeza, de la nada, Dios pone a algún Ananías en nuestro camino: un amigo o amiga, un familiar, compañeros de trabajo… que ayudan a contener y tiran lazos para poder aferrarse y salir. Saulo no se colgó de Ananías para victimizarse, sino que fue él quien debió re calcular su vida. Cuando nuestra vida da un giro rotundo es necesario decidir cómo reconstruirnos (nuestros pensamientos, valores, modo de relacionarnos) y con quién, guiados por el Señor y dejándonos ayudar por quienes nos rodean. Con avances y retrocesos.

Si hemos perdido el trabajo, debemos juntar fuerzas para empezar de nuevo, equivocándonos, pero intentando; si ha partido un gran amor, no aferrándonos al fallecido para no morir con su recuerdo; si estamos enfermos, reconciliándonos con nuestro nuevo estado y potenciando las capacidades que aún tenemos. Dice un proverbio chino: “Cuando una puerta se cierra, se abren mil ventanas”. A veces no es fácil, y nos enoja que nos digan eso como un consuelo de tontos, pero sí, es posible que la vida continúe, reorientada con otra perspectiva, desde otra filosofía o cosmovisión de las cosas.

Si, en cambio, estamos ubicados en la otra vereda y conocemos a alguien que no está pasando por un buen momento es, quizá, Ananías un ejemplo de cómo vencer los prejuicios y acercarse respetuosamente para tender una mano protectora de bienvenida. No es sólo por una cuestión de humanidad, es el Señor Jesús mismo quien nos manda a hacerlo.

Patricia Haydée Yung

Hechos 9,10-19

Compartir!

Share on facebook
Facebook
Share on twitter
Twitter
Share on linkedin
LinkedIn
Share on whatsapp
WhatsApp
Share on email
Email
Share on print
Print