Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús.
Filipenses 2,5
Este texto es un bello pasaje que nos regala la Escritura; en pocos versículos se nos recuerda la glorificación de nuestro Señor Jesucristo. La Carta a los Filipenses, surge en medio de un conflicto en la Iglesia de Filipos, una pelea que amenazaba, de cierta manera, la unidad de la iglesia. En medio del conflicto Pablo lleva luz dejando claro que el secreto para mantener la unidad es la humildad. El orgullo que lleva a buscar argumentos uno contra otros no tiene cabida en la solución de un conflicto; aferrarnos a nuestro pensamiento como único y verdadero, origina discusiones, enemistades y divisiones.
“Haya pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús”: las Escrituras nos exhortan a pensar, hablar y actuar de la misma manera que Jesucristo lo hizo. El Señor renunció a su posición y gloria tomando forma de siervo, se despojó de toda omnipotencia y caminó en medio de nosotros cumpliendo la voluntad de Dios por amor a la humanidad. Este sentir es válido para nosotros hoy.
Quitemos de nuestra vida todos aquellos intereses personales que no permiten ver y atender los intereses de nuestros prójimos y, por sobre todas cosas, los intereses del Evangelio.
Oremos: Amado Señor ayúdanos a seguir tu ejemplo de humildad y de amor, concédenos un corazón como el tuyo. Amén.
Dame un nuevo corazón, Señor, un corazón para adorarte, un corazón para alabarte. Dame un nuevo corazón, Señor. (Canto y Fe Nº 425)
Alicia María Wagner
Filipenses 2,5-11
Tema: humildad
Wagner, Alicia María, estudiante de Teología de la REET- acompañando la Congregación Evangélica Alemana de Viale, Entre Ríos, Argentina, aliciamariawagner@gmail.com