Que habite en ustedes la palabra de Cristo con toda su riqueza: instrúyanse y aconséjense unos a otros con toda sabiduría; canten salmos, himnos y canciones espirituales a Dios, con gratitud de corazón.
Colosenses 3,16
Que este día sea precioso y Dios te ilumine.
Poner en palabras cuál es nuestra práctica habitual como hermanas y hermanos en la fe sería una buena forma de evaluar cuántas de las cosas que Pablo menciona en esta carta estamos llevando a cabo.
¿Qué sabes acerca de la palabra de Cristo? ¿Lees el Nuevo Testamento con regularidad? ¿De vez en cuando? ¿Alguna vez? ¿Nunca?
¿La instrucción que recibiste en la comunidad donde participas te ha dejado palabras de Cristo? ¿Recuerdas alguna canción de las que cantamos con frecuencia en la Iglesia?
La palabra hablada o cantada genera emociones y cambios, te conecta con Dios y la comunidad. La palabra te integra y te hace sentir agradecido. La palabra te vuelve amable, respetuoso, amoroso, servicial, justo y abierto…
Te invito a leer la palabra de Dios, a cantar las canciones que conozcas y a dar testimonio de lo que el Señor ha realizado en tu vida.
Y si aún no lo encuentras, busca en tu comunidad, acércate y serás recibido/a con alegría.
Dios te ama.
Narciso Weiss