Sábado 28 de junio

 

Por lo tanto, digo: Vivan según el Espíritu, y no busquen satisfacer sus propios malos deseos. Si ahora vivimos por el Espíritu, dejemos también que el Espíritu nos guíe.

 

Gálatas 5,16.25

 

La vida es posible gracias a la acción del Espíritu. Desde los inicios de la creación, nos relata Génesis que cuando la tierra aún no tenía forma, el Espíritu de Dios se movía sobre las aguas. Luego, al formar Dios al hombre de la tierra misma, sopló en su nariz para darle vida. En la vida de Jesús y en las primeras comunidades cristianas, el protagonismo del Espíritu es notable y fundamental. Y la pregunta que surge es: ¿qué rol cumple el Espíritu en nuestras vidas?
El apóstol nos recuerda una verdad central: vivan según el Espíritu. Más adelante, menciona las bondades que el Espíritu produce: amor, alegría, paz, paciencia, amabilidad, bondad, fidelidad, humildad y dominio propio.
Si leemos todo el texto, nos daremos cuenta de que lo que el apóstol nos propone es un estilo de vida marcado por estos valores, lo que resulta en una vida libre de todo aquello que daña y lastima, ya sean deseos, intenciones o acciones.
Dejar que el Espíritu nos guíe es dar lugar a Dios en lo que planificamos, pensamos, hacemos y sentimos, para que con su ayuda seamos instrumentos de una vida de amor, paz y justicia.
“Ven, Santo Espíritu de Dios, y mora en nuestro ser; oh, clara fuente de visión, de vida y de poder. Ven, Santo Espíritu de Dios, como el pro- feta ayer, inspira nuestras almas hoy para entender tu ley” (Canto y Fe número 79, estrofas 1 y 2)

 

Hilario Tech

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