Por lo cual, siendo libre de todos, me he hecho siervo de todos para ganar a mayor número…
1 Corintios 9,19
En este versículo Pablo retoma el tema de la libertad que inició al principio del capítulo.
En los tiempos de Pablo existían dos clases sociales bien diferenciadas, los esclavos y los libres. Pablo por ser un ciudadano romano era un hombre libre y no estaba sujeto a ningún tipo de servidumbre, y en estos tiempos era inconcebible ver a un hombre libre trabajando con sus propias manos ya que esta tarea era exclusiva de los esclavos. Sin embargo, por amor a la iglesia y por no poner ningún obstáculo a su predicación, el apóstol había decidido renunciar a su derecho de recibir una compensación económica por su servicio y trabajar para auto sostenerse. En lugar de comportarse como un hombre libre había decidido convertirse en un servidor de la iglesia.
Con esta actitud el apóstol estaba cumpliendo con las palabras de Jesús a sus discípulos, de convertirse en el servidor de los demás:
“… Entre vosotros no será así, sino que el que quiera hacerse grande… será vuestro servidor, y el que quiera ser el primero… será vuestro siervo; como el Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para servir, y para dar su vida en rescate por muchos”, (Mateo 20:25-28). Con convertirse en el servidor de los demás Pablo sabía que podía ganar más fácil la confianza de la gente y así anunciarles con mayor efectividad el mensaje del evangelio. Pues este es el mandato de Cristo: “Id, y haced discípulos a todas las naciones…” (Mateo 28:19)
Vania Zanow
1 Corintios 9,19 – 23
Palabra clave: Servicio, trabajo, libertad