Por eso, guarden ustedes en su corazón el mensaje que oyeron desde el principio; y si lo que oyeron desde el principio queda en su corazón, también ustedes permanecerán unidos con el Hijo y con el Padre.

1 Juan 2,24

En el final del segundo capítulo de la carta, nos encontramos con una advertencia muy significativa por parte del autor. Nos dice que prestemos atención, que se acerca el final de los tiempos, y por ello nos pide que guardemos en nuestros corazones el mensaje de Cristo. Que, en esa época, hubo algunas personas que se desviaron del mensaje de Cristo, que intentan engañar a otras personas para que sigan por caminos diferentes al Evangelio.

Guardemos en nuestros corazones el mensaje de Jesús, ese mensaje simple de amor que ha de manifestarse en actos de justicia. Tenemos al Espíritu Santo que nos guía y nos impulsa, que nos permite mantenernos en unión con Dios y con Cristo. Este Espíritu nos permite entender y comprender qué acciones provienen de la justicia y cuáles no. Nos ayuda a que nuestras acciones estén siempre fundadas en el mensaje que guardamos en nuestros corazones.

Seamos motivados por el Espíritu a realizar actos justos que demuestren nuestra relación con Dios y con Jesús.
¡Qué linda la vida si juntos buscamos verdad y justicia, paz y libertad! (Canto y Fe N° 209)

Guillermo Perrin

1 Juan 2,18-29

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