El Señor te protege en todos tus caminos, ahora y siempre.
Salmo 121,8
“Me siento sola, triste y angustiada. Parece que todos se han alejado de mí: unos para siempre (por el paso de la vida) y otros porque los quehaceres son muy grandes (no hay tiempo para acompañar a otros).” “Grito fuerte: ¿quién me amparará? ¿Dónde puedo encontrar un ami-
go, un compañero, alguien que alivie a esta humanidad abandonada?” Sin dudas, las palabras del Salmo de hoy nos dan consuelo y paz: “El
Señor te protege en todos tus caminos, ahora y siempre”. Estas palabras nos recuerdan la canción anónima africana, escrita seguro en momen- tos de angustia y dolor, trabajos y luchas.
DÍA Y NOCHE
Si anochece en el camino, /siempre tú, Señor, estás conmigo.
Si en la noche pierdo el rumbo, / Pienso que tú estás en mí.
Si camino entre las gentes, / siempre tú, Señor, estás conmigo.
Al servirles cada día, / Pienso que tú estás en mí.
Si me encuentro triste y solo, / siempre tú, Señor, estás conmigo
En las luchas de la vida, / Pienso que tú estás en mí.
Cuando va muriendo el sol, / siempre tú, Señor, estás conmigo.
Al dormir confío en ti, / Pienso que tú estás en mí.
Si anochece en el camino, / siempre tú, Señor, estás conmigo.
Si en la noche pierdo el rumbo, / Pienso que tú estás en mí.
Cuando tenga que morir, / siempre tú, Señor, estás conmigo.
Guarda mi alma para ti, / Pienso que tú estás en mí.
(Canto y Fe No 218)
Que esta fe nos dé la certeza, confianza y alegría que necesitamos para transitar el nuevo año que ya amanece. Manifestemos nuestra gratitud a Dios, el Señor de la Vida, por su bondad y sus cuidados.
Doris Arduin y Germán Zijlstra
Salmo 121