Procura cumplir bien el servicio que el Señor te ha encomendado.
Colosenses 4,17
La frase parece una amonestación o llamado de atención, pero no nos dejemos confundir. No. Es un consejo, que el apóstol envía al hermano Arquipo, de Colosas. Es una demostración amigable de acompañamiento. La carta me pareció llena de esperanza y me animó nuevamente. Sí, los saludos finales de la carta me llenaron de alegría.
¿Cuántas veces en nuestras reuniones y encuentros, cuando hablamos de las comunidades, nos embarga casi la depresión? Solemos ver muchos “peros” y dificultades ante nosotros, reflejando un espíritu negativo, llegando hasta a ser inmisericordiosos entre nosotros.
Desde la cárcel, Pablo tiene otro mensaje. Me animó y entusiasmó nuevamente a continuar en la búsqueda de caminos y formas de dar testimonio de nuestra esperanza y fe.
¿Las herramientas que nos ofrece el apóstol?:
-Colaborar en las tareas y llevar noticias de una comunidad a la otra, compartiendo las novedades y el “cómo están”, con las alegrías y tristezas, hasta para las reuniones en las casas.
-En las líneas se encuentran palabras y manifestaciones de cariño y amor por las hermanas y hermanos, por su fidelidad a la fe en el Señor, disfrutando de la comunión.
-Demuestra que “uno de ellos”, Epafras, ora y pide a Dios para que se mantengan firmes en la fe y entregados a hacer la voluntad de Dios. Intercesión.
-Comparte la tarea con otros. Recuerda a varios hermanos que son “los únicos de los judíos” que colaboraron y fueron un consuelo, reflejando respeto y afecto.
-Recomienda las visitas, la lectura de las cartas que van y vienen entre ellos, y que reflejan la gracia y paz, que al comienzo de la carta el apóstol pide a Dios, derrame sobre la comunidad.
Señor, gracias, quiero contagiarme de la alegría y fortaleza para animarme nuevamente en la fe. Amén.
Everardo Stephan
Colosenses 4,7-18